Médicos intervinieron con éxito el corazón de una paciente de 47 años con Hemoglobina de Southmpton
Siete casos reportados en más de siete mil millones de personas en el mundo. Y uno de ellos es de una uruguaya de 47 años. Ella es portadora de Hemoglobina de Southampton, un diagnóstico al que llegó hace 10 años después de toda una vida con anemia severa por la que necesita transfusiones de sangre periódicas.
Pero eso no la llevó la semana pasada al quirófano del Centro Cardiovascular de Casa de Galicia, sino un reemplazo de válvula aórtica bicúspide (una malformación de nacimiento) que había generado una estenosis severa; en otras palabras, su corazón no podía expulsar la sangre y casi no podía respirar. Usted dirá: el cambio de válvula es un procedimiento frecuente. Y, sí, lo es; pero no en un paciente con esta patología previa. Si no se hubiera contado con el diagnóstico para realizar la correcta preparación preoperatoria, las probabilidades de muerte eran del 100%; sin embargo, la mujer ya fue dada del alta.
“Lo novedoso es el contexto donde se da una cirugía normal pero en una enfermedad en la que no había ningún caso descrito a nivel mundial; era sumamente riesgoso para la paciente por la fragilidad de sus glóbulos rojos”, apuntó Martín Magri, director del Servicio de Hemoterapia y Medicina Transfusional de Casa de Galicia. Los médicos que participaron de la operación impidieron su “destrucción masiva”.
Es uno de los principales factores para padecer enfermedades cardiovasculares
La hipertensión arterial (HTA) es el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, que constituyen la primera causa de muerte en el mundo. Más de la mitad de las personas hipertensas no han sido aún diagnosticadas, por lo que detectar esta patología a tiempo con el fin de tratarla es crucial.
No obstante, esto no es tarea sencilla. Se la conoce con el nombre de “asesina silenciosa”, pues provoca un deterioro muy importante en las arterias principales del cuerpo afectando diferentes órganos, sin que la persona tenga algún síntoma.
De hecho, esta enfermedad crónica en la mayoría de los casos no tiene cura pero sí tratamiento y control- es el mayor factor de riesgo de males vasculares a nivel del corazón, riñón y cerebro que au- menta su incidencia con la edad.
En concreto, el Ministerio de Salud Pública indica que en Uruguay 1 de cada 3 personas es hipertensa, específicamente el 38% de la población. Todavía queda por diagnosticar un 60% de personas que padecen la enfermedad, pero aún no lo saben. Si se desglosa por edad, se podría establecer que 3 de cada 10 uruguayos de 15 a64 años tiene HTA y 6 de cada 10 de entre 55 y 64 años, según datos aportados por la 2a Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles 2013.
En mayo, se celebra a nivel mundial el Mes de la Medición de la Presión Arterial, que en el país lidera la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular y la Unidad de HTA del Hospital de Clínicas de la UDELAR. Las especialistas en el tema Carmen Batlle cardióloga y miembro del Comité de Hipertensión de la Sociedad Uruguaya de Cardiología- y Adriana Picasso –licenciada en Nutrición y asesora nutricional en Conaprole detallan las principales aristas de esta enfermedad y cómo prevenirla.
Qué es y cómo detectarla
En primer lugar es importante entender qué es la HTA. Se trata de una enferme- dad crónica caracterizada por el hallazgo de cifras de presión arterial iguales o mayores a 140/90 mmHg en varias tomas, en determinadas condiciones, definió Batlle.
Esta enfermedad tiene la particularidad de que generalmente no presenta síntomas. Se puede hallar en un control o en una consulta por otra molestia y se manifiesta a través del daño de los que se denominan órganos blancos, como por ejemplo insuficiencia renal, infarto de miocardio o por síntomas inespecíficos como cefaleas persistentes, zumbidos en los oídos, sangrados nasales, entre otros, comentó la cardióloga.
El diagnóstico se hace con la toma de presión arterial en la consulta o, en algunos casos, a través del monitoreo domiciliario de la Presión Arterial por el mismo paciente o con el estudio MAPA. Por tal motivo, en esta misma línea, Picasso afirmó que “tomarse la presión arterial es la única y primera estrategia para controlar y prevenir la HTA”.
Apostar a una vida saludable
Algunas personas son más propensas a desarrollar esta enfermedad tal como es el caso de quienes tengan familiares hipertensos, los diabéticos, fumadores, sedentarios, obesos, individuos con estrés, consumidores frecuentes de alcohol, de alimentación inadecuada y portadores de apnea obstructiva del sueño.
Para evitarlo, se debe practicar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación cardioprotectora, con controlen el consumo de sal, grasas, calorías y alcohol. Asimismo, es de gran importancia la realización de cualquier ejercicio físico al menos tres veces por semana durante una hora o 150 minutos semanales, puntualizó Picasso.
“Es recomendable además que la persona logre alcanzar y man- tener un peso adecuado, ya que los kilos de más provocan presión elevada. Bajan- do un 10% del peso total ya se comienzan a observar mejorías en los valores de presión arterial”, aseguró.
Respecto a la alimentación y como forma de prevenir la HTA, la especialista sugiere una ingesta máxima de 5 gr por día de sal, lo que equivale a una cuchara- dita. En caso de que la persona ya tenga HTA, se recomienda evitarla por completo y utilizar hierbas, condimentos, jugo de limón o vinagre para realizar el sabor de las comidas. Asimismo moderar el consumo de alcohol.
Por otra parte, es beneficioso comer verduras y frutas, ya que la presencia del
mineral “potasio” en estos alimentos es fundamental para evitar que la presión se eleve. El chocolate de 80% o 90% cacao posee flavonoides que aumentan la elasticidad de las arterias disminuyendo la HTA. Elegir carnes rojas magras, evitar la piel de pollo y comer pescados, idealmente grasos y de agua fría como el salmón, pez espada, atún por su contenido de ácidos grasos Omega 3.
Los aliados
Lácteos y Omega 3 son dos importantes aliados. Por un lado, la ingesta de tres porciones de lácteos por día contribuye en el control de la presión arterial, pues el calcio lácteo actúa a nivel de la pared de las arterias favoreciendo su elasticidad. De esta manera, facilita que la presión arterial se encuentre entre valores normales.
En este punto, Picasso recomendó consumir las versiones descremadas tan- to en leches como en yogures y quesos magros sin sal agregada.
Por otra parte, el Omega 3 puede reducir el riesgo de enfermedades cardio- vasculares, ya que mejoran la presión arterial y disminuyen los niveles de colesterol y triglicéridos. “Los ácidos grasos omega 3 son una serie de sustancias grasas que no pueden ser sintetizadas por el organismo y que se deben incorporan a él, a través de la alimentación; son ácidos grasos esenciales, indispensables para el buen funcionamiento del cuerpo”, explicó la nutricionista.
Se encuentran en pescados y frutos de mar, semillas de lino, aceite de soja, nueces y avellanas.
Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra el viernes 28 de abril, la Fundación Española del Corazón (FEC) ha señalado que el 43,5 % de los accidentes mortales que se producen en el trabajo son consecuencia de un infarto o de un accidente cerebrovascular.
Según consigna Diario Médico, estos datos se desprenden del informe Estadísticas de Accidentes de Trabajo, elaborado en 2016 por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social: «Es importante destacar que, contrariamente a lo que percibe la población general, la enfermedad cardiovascular no solo ocurre entre la población envejecida, sino que sigue siendo la principal causa de muerte en la población activa», advirtió José Luis Palma, vicepresidente de la FEC, «además, también cabe destacar que según el Ministerio cada año se producen unas 23 mil bajas laborales por enfermedades del sistema cardiovascular».
Tener un factor de riesgo aumenta muy significativamente las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular, pero tener más de un factor de riesgo multiplica exponencialmente estas probabilidades.
Beneficios de los programas de salud en la empresa
Diversos estudios publicados en American Journal of Public Health hace más de veinte años ya demostraron la eficacia de los programas de salud en la empresa como el que lleva a cabo la FEC desde hace siete años y que ya disfrutan 15 empleados de toda España: Programa de Empresas Cardiosaludables (PECS).
De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera el lugar de trabajo un sitio idóneo de alta permeabilidad para influir de manera directa en el bienestar físico, mental y social de los trabajadores y, de forma indirecta, en su entorno social y familiar.
«Debemos recordar que el 80 % de las enfermedades del sistema cardiovascular y hasta el 90 % de los infartos podrían prevenirse con hábitos de vida saludables. Qué mejor que poner el foco en el lugar en el que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, el trabajo», añadió el vicepresidente de la FEC.
Recomendaciones
Para disminuir las dolencias por causa cardiaca en el lugar de trabajo, la FEC recomienda:
En los trabajos de oficina, evitar estar largos ratos sentados delante de la computadora. Cada dos horas es conveniente levantarse y estirar las piernas para facilitar la circulación.
Evitar malas posturas como cruzar las piernas, ya que la sangre circula con menor fluidez y puede facilitar la aparición de trombos.
Siempre que se pueda, es preferible traer la comida saludable de casa, ya que comer fuera conlleva un descontrol de la alimentación y puede provocar un aumento de peso. En caso de tener que ir de manera habitual a restaurantes, es importante no pedir siempre lo mismo y evitar comidas copiosas. Las verduras, legumbres, fruta y pescado deberán estar presentes en el menú.
Disminuir los niveles de estrés y desconectar del trabajo en el tiempo libre es otro factor importante a tener en cuenta.
Realizar actividad física diariamente. Ir caminando al trabajo o en bicicleta es una buena opción.
El Centro Cardiovascular de Casa de Galicia presenta la 18ª edición de su Jornada Académica, el viernes 9 de noviembre en Sheraton Montevideo.
El encuentro se desarrollará entre las 8 y las 18.30 horas y contará con la participación de destacados especialistas de la región:
Dr. Guillermo Bortman (director de Transplantes y Unidad de Cardiología y Cirugía Cardiovascular Hospital de Alta Complejidad Medica Juan Domingo Perón de Formosa), Dr. Miguel Cerdá (coordinador del Grupo de Trabajo de Imágenes de los Consejos Científicos en Sociedad Argentina de Cardiología; Departamento Imágenes de Fundación Favaloro), Dr. Sebastián García Zamora (presidente del Consejo Argentino de Residentes de Cardiología), Dr. Vadim Kotowicz (jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital Italiano de Buenos Aires), Dr. Oscar Mendiz (director del Instituto Cardiología y Cirugía Cardiovascular, Hospital Universitario Fundación Favaloro), Prof. Dr. Fabián Salmo (coordinador Médico del Laboratorio de Ecocardiografía y Doppler Vascular del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro).
La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el corazón no puede bombear de manera eficiente la sangre para que llegue a los pulmones y al resto de los tejidos. Por lo tanto, no se obtiene el oxígeno necesario para el normal funcionamiento del organismo.
La falla se puede presentar de manera abrupta (aguda) o establecerse de manera lenta (crónica).
En la insuficiencia cardíaca, el corazón es, por una parte, incapaz de recibir la sangre que llega desde la periferia y los pulmones, lo que puede generar hinchazón, edemas, congestión y falta de aire (disnea).
Por otra parte, el corazón falla a la hora de bombear sangre a todo el cuerpo, causando una caída de la presión arterial, pobre irrigación de los órganos vitales, pérdida de fuerzas y peso.
La causa más frecuente de la insuficiencia cardíaca es la enfermedad de las arterias coronarias (infarto de miocardio, enfermedad coronaria crónica). También puede ser consecuencia de enfermedades de las válvulas, del músculo cardíaco, arritmias y cuadros virales que afectan el músculo cardíaco (miocarditis).
Cuando a los pacientes cardíacos se les indica una cirugía, es porque ya no tienen otra alternativa de tratamiento para su mejoría, ya han pasado por el tratamiento farmacológico y en algunos casos angioplastias. La indicación de la cirugía implica una esperanza y una posibilidad de mejorar el riesgo y la calidad de vida que tienen hasta ese momento.
Hay varios factores que inciden de cómo aceptar y enfrentar la indicación quirúrgica. En primer lugar ¿de qué cirugía estamos hablando? No es lo mismo un cambio de válvula, que una revascularización y que un trasplante cardíaco.
Cada una de estas cirugías presenta características diferentes para los pacientes, no solo por el procedimiento quirúrgico en sí mismo, sino por lo que implica y significan en la vida cotidiana del paciente y su familia.
El tiempo transcurrido desde que el paciente padece de una cardiopatía hasta que se le indica la cirugía, es un factor que ayuda en general a tener consciente que en algún momento va a llegar el día como se da en los pacientes valvulares. La evolución de la enfermedad va siendo controlada por su cardiólogo y cuando pasa de leve a severa se hace inminente que la “solución es quirúrgica”, si bien el paciente no convivía con la preocupación en forma permanente y hasta a veces niegue un poco su condición de enfermo, sabe que es la posibilidad que tiene de mejorar.
En cambio en los pacientes coronarios es diferente, muchos de ellos llegan a la cirugía luego de haber sufrido un infarto, situación que de por sí para ellos es “impactante, inesperada…”. A veces el tiempo transcurrido entre el infarto, los estudios como el cateterismo y el día de la cirugía es breve, como para que el psiquismo del paciente pueda procesar tantas emociones diferentes, miedos y angustias en forma adecuada sin que se sienta desbordado y sin las herramientas afectivas para enfrentar la indicación quirúrgica. Con la información del equipo de Cirugía Cardíaca tratante, la evacuación de sus inquietudes alivian el malestar emocional. Otros llegan sin “haberse enterado que tuvieron un infarto….” o que la indicación de la cirugía llegó antes de ese riesgo. Algunos tienen una actitud de “ponerle el pecho a las balas” y seguir adelante, confiando plenamente en el equipo médico y en la capacidad de afrontar los problemas que se le presenten.
Los pacientes de trasplante, son un capítulo diferente, ya que son pacientes de larga data de patología cardíaca, con grandes limitaciones, internaciones varias a lo largo de su enfermedad y la indicación de una cirugía, en este caso el trasplante es esperada con mucha esperanza para poder recuperar lo que sienten que han perdido a lo largo de la enfermedad cardíaca que evolucionó a esa única alternativa de vida.
Por supuesto que no podemos olvidarnos de las características de personalidad del paciente, sus defensas, su historia y su condición actual de vida y del soporte familiar con el que cuenta, todos estos factores juegan un papel preponderante en el paciente, tanto en la reacción que tenga frente a la indicación quirúrgica, como en el enfrentamiento de la misma y su rehabilitación.
Lic. María Laura Itzaina.
Si usted está decidido a dejar de fumar, estos consejos le ayudaran:
“Día Internacional del Auxiliar de enfermería” queremos rendir homenaje a la labor sacrificada y dedicada a quienes se dedican a este trabajo, en especial a nuestr@s auxiliares, que miman y cuidan de nuestros mayores.
Gracias de todo corazón por vuestro trabajo diario!